jueves, 27 de febrero de 2014

Claude Frollo, de Nuestra Señora de París

Claudio Frollo es uno de esos magistrales villanos de la literatura, atractivo por sus contrastes, su personalidad oscura y su degradación moral a consecuencia de una pasión que más que amor es una calentura añejada por sus años de celibato en calidad de sacerdote.
En sus años mozos, don Claudio es un erudito totalmente enfocado a sus estudios, una mente brillante que se perfila como un intelectual de gran presencia. Pero aun cuando lo más importante para él son sus libros, en el momento en que su hermano menor queda solo por la muerte de sus padres, se ocupa de él y le profesa un gran cariño. Su Juanito lo es todo para don Claudio, tanto que aun cuando es un hombre estricto y severo, cede a sus chantajes siempre.
Don Claudio llega a ser archidiácono de la iglesia de Nuestra Señora de París, situación que utiliza para colocar a su hijo adoptivo, Quasimodo, en el puesto de campanero. Su vida transcurre con normalidad entre sus estudios, en los que prefiere la alquimia, su problemático hermano menor y la educación que le da a su sordo, jorobado y tuerto Quasimodo. Tiene en la historia 35 años, pero aparenta 50 debido a su envejecimiento prematuro como consecuencia de su quebradera de cabeza frente a los libros.
Con fama de monje oscuro, don Claudio es un sacerdote algo normal, hasta que conoce a la gitana Esmeralda, una jovencita de 16 años, morena, hermosa, dueña de un cuerpo atractivo y una gracia incomparable. El monje se calienta, más incluso de lo que se puede permitir. Primero piensa que Esmeralda es una tentación provocada por fuerzas oscuras para hacerlo débil, pero después comprende que es una mujer de verdad, una mujer a la quiere poseer porque sencillamente ya no soporta la calentura que ella le provoca.
Se dedica a perseguirla, a acosarla, en su desesperación la tacha de bruja, como una negación a su debilidad por ella. Cuando la pasión lo domina, junto con Quasimodo trata de secuestrarla, pero el apuesto y rufián capital Febo frustra el ataque y queda como un héroe ante ella. Esmeralda se enamora del deslumbrante y joven capitán, quien también la quiere para saciar su calentura. Don Claudio no lo soporta e intenta matarlo, pero hace que culpen a Esmeralda y se ofrece a salvarla del patíbulo a cambio de estar con él. La gitana, para entonces, ha ganado un protector, se trata de Quasimodo, a quien dio agua cuando era azotado precisamente cuando trató de raptarla. El jorobado la salva y la asila en Nuestra Señora, donde las autoridades no pueden tocarla.
Cuando los hampones amigos de Esmeralda se presentan en la iglesia a rescatarla, el jorobado, que no comprende su intención, les presenta una fiera resistencia. A los hampones se ha unido el queridísimo hermano de don Claudio, Juan, a quien Quasimodo mata sin consideraciones. El monje, durante la batalla, saca a esmeralda en una lancha por el Sena y una vez más le revela su gran amor, o su gran calentura, y le ofrece la salvación a cambio de apagar sus llamas. La gitana la rechaza y él, aun con el terrible dolor que ello le provoca, la delta a las autoridades para que la ahorquen.
Al ver Quasimodo lo que ha sido de la mujer que ama, la única que le había dado un poco de ternura, termina con la vida de don Claudio arrojándolo de Nuestra Señora. Así se cumple, de alguna manera, la profecía no escrita en la novela por Hugo pero sugerida por el contexto romanticista: cuando don Claudio adoptó al niño que todos creían un monstruo, condenó a su familia a perecer en sus manos, ya que es Quasimodo quien termina matando a los dos hermanos Frollo.
Lo interesante de don Claudio es sin duda su abierta y a la vez enigmática personalidad. Es un hombre como cualquier otro, desbordado por las pasiones. Siente amor fraternal por su hermano, lastima por su pupilo, vanidad por sus conocimientos y se calienta, aunque él cree que es amor, ante una mujer hermosa. Es, después de todo, casi un hombre como cualquiera.

2 comentarios:

  1. Frollo no se merecía el final que tuvo, para mi el verdadero villano es el Capitán Febo, el jugo con los sentimientos de Esmeralda, Frollo no hizo lo mismo, a mi parecer Debo era mucho más cruel.

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