sábado, 7 de septiembre de 2013

Gilderoy Lockhart, de la saga Harry Potter

Quizás no podría decirse con plenitud que Gilderoy Lockhart es un personaje de la saga de Harry Potter porque sólo tiene relevancia en el segundo libro, y dada la amplitud de la historia, lo más coherente es ubicarlo como alguien un tanto efímero, igual que el malogrado Cedric Diggory. Pero lo que sí es indudable es que Lockhart es extraordinario, un idiota casi de la misma talla de William Collins.
Su aparición, como ya mencioné, es en el segundo libro, Harry Potter y la cámara secreta, donde da el salto como toda una celebridad y la nueva gran adquisición de Albus Dumbledore como profesor a cargo de la cátedra  Defensa Contra las Artes Oscuras, en lo que tiene fama de ser un verdadero genio.
Lockhart destaca tanto por su vanidad como por lo estúpido que es. Pero su vanidad tiene una justificación porque, según cuenta él mismo en sus libros, ha sobrevivido a infinidad de peligros enfrentándose a criaturas oscuras, tantos que Voldemort bien podría temerle más a él que a Dumbledore.
Pero sencillamente algo no cuadra entre lo que dice y lo que hace, ya que tan sólo como profesor es un completo idiota, no puede siquiera someter a una serpiente y en un duelo “amistoso” contra Severus Snape sale volando por los aires. No obstante, casi nadie se pone a pensar en que cómo es posible que semejante idiota sea un héroe de magnitudes nunca antes vistas.
Lo que más destaca de él es su afición a hacerse notar. Cada que alguien habla de peligro, él lo minimiza y lo compara con una de sus “grandes hazañas”. Cuando se habla del monstruo que habita la Cámara Secreta, Lockhart  no duda en afirmar que para él resolver ese problema es una cosa sencillísima, cuando al propio Dumbledore la situación lo tiene en serios aprietos.  
Quizás la parte más cómica del vanidoso mago es que piensa que Harry Potter pretende ser tan célebre como él, debido a que es el único que sobrevivió al poder de Voldemort, y por ello no duda en reprenderlo cuando equivocadamente cree que Harry se está autopromocionando y le da “paternales consejos” para que no vaya a caer en serios errores mientras labra su camino como un mago famoso.
La explicación al hecho de que el muy renombrado Gilderoy Lockhart sea a la vez un idiota la confiesa él mismo cuando después de que su enorme boca casi lo hace enfrentar a la criatura que habita la Cámara Secreta, se ve en la necesidad de decirle la verdad a Harry. Lockhart sólo sirve para lograr que magos que han logrado grandes proezas se las cuenten y también para borrarles la memoria una vez hecho el relato. De esa manera, no podrán reclamar su hazaña cuando él en uno de sus muchos libros se la apropie.
Una vez que Harry y Ron Weasley saben que es un farsante, un cobarde y un mago de dudoso talento, intenta evitar que lo delaten borrándoles la memoria, pero se vale de una varita que no está en las mejores condiciones y termina siendo víctima de su propio hechizo, suceso que acaba con su protagonismo en la saga de Harry Potter.

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