sábado, 31 de agosto de 2013

¿Qué tiene esa novela que es tan buena?

Mucha gente se pregunta a veces qué debe de tener una novela para que se adentre tanto y de manera tan contundente en el gusto del público. Y la verdad es que comúnmente ni el escritor, ni el editor, ni nadie se explican cómo es que una novela alcanza tan desmedido éxito o se precipita de manera tan irremediable hacia el fracaso.
Dicen por ahí que lo más común es que ni siquiera un escritor pueda tener un control sobre el éxito de su obra, y debe de ser cierto a menos que se trate de un libro que destape secretos que todo el mundo busca saber. Porque en el tema de las novelas, de cualquier género, lo más normal es apostar a ciegas y canalizar el éxito inicial para conseguir otro poco más adelante.
Mas, como lector, es posible tener una noción de qué ha de tener una novela si no para que sea un descomunal éxito sí para que le guste a uno. Y para ello haré un pequeño ejercicio valiéndome de las novelas que he mencionado en el blog cuando escribo las biografías de sus personajes.
Cumbres borrascosas. He conocido personas que acostumbran leer esta obra maestra cada cierto período de tiempo, lo que ya habla de la adicción que ocasiona. La novela muestra personajes terriblemente apasionados que desnudan su alma y la parte más oscura de su ser cada que tienen oportunidad. Eso, creo, es una buena razón para que guste tanto, ya que no es para nada una historia dentro de lo común, es, al contrario, una novela que duele y que duele mucho, de principio a fin.
El retrato de Dorian Gray. Esta obra maestra tiene la peculiaridad de ser una descarada crítica a un sistema social. No es siquiera muy atrevida, pero lo sugiere casi todo, todo lo inmoral. Además de que el argumento, en su momento, fue una acertada originalidad que sigue causando un gran impacto en los lectores.
El  príncipe de la soledad. Mucho ayuda en una novela tener un personaje extraordinariamente concebido, como es el caso de Albram Dorogant. El joven juez es un torbellino de misterios que no acaban nunca. Y aunado a eso, la historia es muy original, estructurada en torno a un argumento que no flaquea por ninguna parte, lo cual ya es un acierto del autor, porque muchos suelen dejar terribles agujeros argumentales.
Orgullo y prejuicio. Aquí también influye mucho un personaje bien trazado. Fitzwilliam Darcy es una verdadera joya dentro de la literatura. Su original personalidad es sencillamente el complemento ideal para una bien ideada historia de amor.
Robinson Crusoe. Esta novela es una de las más significativas obras maestras de la literatura. ¿El secreto de tanto éxito? Un hombre que prisionero en la soledad se ve obligado a explorar su alma mientras a la vez explora la isla que le sirve de prisión.

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